{ En una tarde... } [Privado]

Aquella, a duras penas visible, "mancha blanca" había desaparecido; quizás y si era producto de su imaginación, pero, como comprobarlos si cada escena, cada imagen que se presentaba ante sus ojos parecía ser muy vivida.

Suspiró hondo, aun con sus orbes fijas a la escalera; tenia que subir...sentía la probabilidad tan cercana de que el mas joven estuviese haya arriba, y que si, por casualidad se equivocaba...ya se estaría dando por golpear "literalmente" con palabras altisonantes al de ojos azules; en primera por haberse perdido, segunda, por haberle hecho buscar su tan "llamativa" faceta, y tercera...el tener que estar cargando con la culpabilidad...

Si culpabilidad, desde un principio sentía la culpa por no haberse percatado de que su presencia no rondaba cerca de su ser, ¡vamos!, que tonto de su parte al no darse cuenta...ni siquiera de haber oído sus pasos.

Empezando a enojarse, su mano pronto se convirtió en puño, la cual no tardo en golpearla contra la pared...

- maldita sea - masculló cabreado, comenzando a subir con brusquedad y rapidez las escaleras; tenia que encontrarlo de una u otra forma…
Pero, ¿por que la inquietud?, era solo un chico, nada en especial....es más, apenas lo conocía; por que preocuparse por un extraño.

Por dentro se hacia la idea de que era su otra personalidad, que otra cosa podría ser. De que saliera de si mismo era imposible; al menos así se tenia clasificado...no era de las personas amables que demostraban sus sentimientos tan fácilmente, ni tampoco de aquellas que brotaban su preocupación como si solo tuviesen que escuchar una tragedia tan minora para que se exaltaran tanto.
Mas, quien sabe...nunca había experimentado ese tipo de sensaciones como para sacar tan rápido la conclusión de que no llegaría a pasarle...

Se detuvo de golpe cuando las escaleras finalmente cesaron y estaba en el cuarto piso...jadeando un poco por la carrera que se había "aventado".
Pero que rayos le estaba sucediendo; corriendo por alguien, desesperado y ¿nervioso? por tal persona. Tal vez no lo mostraba tan superficial, pero si internamente y se delataba en sus ojos.

Movió la cabeza de un lado a otro, auto controlándose y negando rotundamente que su otra personalidad no lo dominaría, tenia que ser fuerte y no decaer por los sentimientos que le hacia despertar.

- estupido enano - brotó sin control de sus labios, iniciando el andar por los pasillos del cuarto nivel; esta vez tranquilo…como si solo paseara y nada le estuviese presionando.


Abría y cerraba con lentitud las puertas de los últimos salones, uno que otro era bodega y a mas tardar los laboratorios y aulas de arte que eran las faltantes. Pero nada, la presencia del menor cada vez se hacia nula…como si hubiera desaparecido ó tal vez hasta retirado.
Empezaba a detestar esa sensación, realmente la odiaba.
Y sin más, “que todo se fuera por la borda”, comenzó a correr con desesperación, empujando, pateando las entradas de los cuartos que faltaban, gritando su nombre como si de salvar su vida se tratase. “ya encontraría una excusa por su comportamiento”.

Continúo de esa manera hasta solo quedar dos aulas, pateando la penúltima, aunque ahora con su enfurecer al máximo.

- ¡!!Maldito enano, donde jodidos estas!!! – gritó casi a todo pulmón, frunciendo el ceño y esperando lo que ya deseaba desde hace rato…una contestación.

Y, nada llego a sus oídos, ni siquiera un quedo ruido después de su acto estruendoso con la puerta que ni la culpa tenia de ahora estar casi abollada.

- Allen...- susurró, llevando su mano con lentitud hasta su cuello del cual "adornado" por la bufanda del mencionado, la estrujó finalmente invadido por la preocupación. Ya no era de admitirlo o no...Era oficial, estaba desesperado por no verle; y eso era lo que mas le fastidiaba.

Se quedó, ahí parado en la entrada, respirando el aroma que desprendía la suave tela alrededor de su cuello, que no solo era del mas joven...si no una mezcla extraña con la suya. Era una idiotez y lo sabia a la perfección, por la manera en que se comportaba y caía en ese “mar” de sentimientos extraños e irracionales a su criterio, casi recordando que se parecía a las personas E... . . . . . .

Negó por lo fácil y sencillo que había pensado tales cosas raras, como que "eso", ni que fuese una quinceañera con flores alrededor, ni mucho menos alguien vagando por el camino de la felicidad por otro ser.

Dejando su trabajo de disipar escenas en mente; (aparte que comenzaba a tener cierto mareo por la brusquedad de sus movimientos). Escuchó unos pasos acercarse, que ya por inercia giró la cabeza dando sus orbes con las que menos esperaba encontrarse.

Aquellos deslumbrantes ojos de color azul, que si no fuera por la faceta cabreada que mostraba, habría pensado lo bien que lucían con la luz que “irradiaba” la luna. “Un momento…lo bien que lucían”, maldita será su mente al emerger tanta incoherencia en solo segundos.

Su rostro no hacia lucir lo que en caos ahora se ahogaban sus pensamientos, observando al menor quedar frente a el, con su ceño fruncido y una sensación que brotaba de lo mas extraña.
A punto de que sus labios manifestaran palabra, había sido callado con la ajenas, que sin tener que pensarlo con detalle, estas brutalmente haban pegado con enfado.

“Pero que demonios le pasaba”

Por el golpe directo, su silencio reinaba por el pasillo como si de un shock repentino se tratase, y no solo con eso, si no por el anexar de aquel humedecer en sus ojos.

¿Por qué el llorar?...

Su posición fue la misma, sintiendo espontáneamente el golpear contra su pecho que solo le hacia confundir mas.
Ese no era el anterior periodista, quien poco a poco le sacaba de sus casillas por su torpeza y descuido; que rayos había pasado con el…
Sus leves golpes en el fondo le hacían sentir insólito…por no decir fatal, al verle sollozar por algo que no tenia sentido…de comportarse así.

No demoro mucho, cuando la paciencia se le había agotado y fruncía el ceño con sumo cabreo; no era nadie para iniciarle la batalla, ni mucho menos para insultarle.

- ¡!Aquí el único “Baka” eres tu! ¡Maldito enano!! – exclamó exasperado, acorralándolo con sus brazos en lo que parecía formar un inusual abrazo.
Ni el sabia que estaba haciendo, solo actuaba por la inercia de su interior…que resumiendo era su otro carácter. Si, ese aquel que tanto le agobiaba.

Sin soltarle aun, se acercó a su oído un poco temeroso, actuando de la manera que menos quería; susurrando las siguientes palabras…

- ¿Que por fin me indigne a venir? – Cuestionó con bufo – no hagas que me ría – se detuvo por unos instantes pensando detenidamente que palabras debía “soltar” sin parecer tan interesado en el muchacho.

- ¿y que crees que estoy haciendo aquí?, paseando como idiota en plena noche y con frío…no por nada me la pase corriendo como desquiciado en los pasillos…así que déjame decirte…que si me vuelves a insultar, recibirás un severo puñetazo de mi parte – dio un leve anexo para finalizar, alejándose y deshaciendo el abrazo por medio de un impulsar no tan fuerte, solo de modo en que su lejanía con el otro fuera la debida.

Y así, cabreado y totalmente confundido por las acciones anteriores que su otra personalidad le había hecho hacer, se volteo dándole la espalda…cruzándose de brazos mientras se maldecía a si mismo de manera interna.



Siguiendo con su voltear y sin desear verlo a la cara…una sonoridad se hizo presente, una suave melodía que provenía de otro salón en ese mismo pasillo. Algo a lo que parecía ser…un piano…

Bajó los brazos prestándole la debida atención al extraño y melancólico sonido; ¿es que a caso aquellos sucesos insólitos no dejarían de brotar?.
Giró un poco la cabeza de modo en que contemplara por encima del hombro, lo suficiente para haber alcanzado a observar detalladamente al periodista, que al darse cuenta...fijo mejor su vista al pasillo donde la melodía provenía con cierta morosidad, pero sobre todo, con el suficiente volumen perceptible para haber captado cada detalle lúgubre que solía desprender.

¿Que haría?; seguro que procedía del salón de música, en donde mas encontrarían un piano...

Se volteo por completo, y mas exactos, al escuchar claramente el anuncio del mas joven; ¿Bajar?, como que bajaría; bueno era obvio que tenia que averiguar lo que pasaba en la excéntrica universidad, pero...aquella palabra había resonado tan "solitaria", como si con eso le diera el abandono.

Mas, el golpe directo no había sido eso...si no el "nos veremos", que por mucho darle vueltas en la cabeza...sentía ser el fin con ese termino; pero por que el fin; no era nada del otro mundo...solo un posible..."volveremos a vernos" ...no un adiós...que prácticamente así lo presentaba.

Y sin, hacer nada por el momento...le miro irse con inseguridad y nerviosismo. ¿Enserio que bajaría solo a descubrir la verdad de esa melodía?, acaso estaba loco ó había actuado antes de pensar. Que mas daba...no lo dejaría.

Esperando los segundos necesarios en lo que en su mente procesaba todo...empezó a correr tratando de alcanzarlo en las escaleras...donde no demoro para llegar, bajando con toda la rapidez que tenia hasta visualizarlo.
- !Espera! - casi dio en griterío, cogiendole de lo primero que había conseguido. Su mano. Observándolo por un transcurso de tiempo indefinido, para finalmente soltar el habla. . .

- que crees que significaba cuando dije " no por nada me la pase corriendo como desquiciado en los pasillos" - expresó ya algo enfadado mientras aun le tomaba de la mano, sin sobrepasar su cabreo en esa zona para no lastimarlo. - !!Te busco como un idiota, lloras por algo que no entiendo y te vas de repente dejándome solo!! - tomó un poco de aire sin ser tan visible el acto, solo para no explotar como anteriormente lo hacia - !!a caso piensas que te abandonaría así como así!!, pues fíjate que no!! - demasiado tarde, ya había explotado y el enojar aumentaba por cada segundo que transcurría.

Después de un período, le soltó la mano queda y lentamente…descendiendo unos dos escalones, dándole la espalda al periodista.

- desde que acepte contestar esas preguntas y aun peor, entrar a la universidad, en ese instante accedí estar contigo hasta terminar con estos “sucesos”…- giró la cabeza, para dar con el rostro ajeno por encima del hombro izquierdo – y voy a cumplir con ello…aunque no quieras – anexó volteándose completamente mientras estiraba el brazo, extendiendo la mano como un ademán para que la tomase y así aceptara todo lo que había brotado de sus labios.
Por dentro se golpeaba de manera literal, ¡que estaba haciendo!, sobrepasaba el limite de lo que era el “verdadero” Takumi. Pero ya no tenia mucho control de si mismo, la mitad de su otra personalidad había sido liberada…solo esperaba un milagro de que la otra porción no saliese.

La sonoridad del piano, aumentada cada vez más. Tenían que llegar lo antes posible y revelar lo que sucedía en esa Escuela.

Una sonrisa inusual había aflorado de sus labios en aquel instante cuando el mas joven había aceptado toda su "palabrería", y con algo mas, por aquella extraña calidez y suavidad con la que tocaba su mano.

Observó curioso el entrelazar como si de un bicho raro se tratase...solo por todas esas sensaciones que recorrían su cuerpo que le eran muy difícil de explicar; y era verdad, todo aquello pasaba tan rápido que apenas se detenía a razonarlo con minuciosidad...cada detalle que se pusiera enfrente para descifrarlo.

Algún día lo entendería.

Y sin demorar, se volteo jalando al mas joven en el instante...con todo cuidado y lentitud queriendo no lastimarle por ello.

- Vamos...- esa sonrisa no había durado mucho, ahora solo dejando como muestra un rostro inexpresivo, ese aquel de las 23 hrs. del día, ya que...para las 24 horas, no parecía ser.

Continuó bajando, trayendo consigo al periodista. La melodía resonaba con mayor fuerza y fluidez; eso demostraba que el salón de música solo estaba a la vuelta de la esquina...literalmente. Pero su duda ahora era: "Del como no había sucedido nada, ya minutos y quizás hasta horas atrás cuando su presencia se había hecho realista frente al aula de dichosa materia; ¿a caso el tal "espíritu" deseaba tenerlos a ambos a su merced?. Parecía estupido, mas, tenia algo de sentido...ya que para entonces ellos se habían separado y de alguna u otra manera al haber regresado a la habitación con el dicho instrumento ahí, no quería dejarlo entrar...como si esperara el momento indicado para la "presentación".

Movió la cabeza de un lado a otro cuando por fin los escalones habían acabado, negando a si mismo sobre lo que tanto resguardaba en mente; . . .



Se repetía una y otra vez. Aparte, que no dejaría que nada le ocurriera al de cabellos plateados, por su puesto que no; y aunque fuese por medio de su otra personalidad...no tendría mas remedio.

A punto de seguir la sonoridad que provenía del pasillo, se acordó de algo importante...y todo gracias al frío que sentía por medio de la mano ajena.
Regresó sus orbes al periodista sin soltarle en ningún momento, pasando su mano contraria a la suave tela que residía alrededor de su cuello;!era cierto!, la bufanda de color llamativo.

La retiro lentamente de su cuerpo con mucho cuidado...deshaciendo el entrelazar de sus manos solo por unos minutos, pare encargarse del futuro trabajo que realizaría.

- lo encontré en el piso después que nos separamos - afirmó, pensando tal vez que ya hasta lo sabría, puesto aquel frío tan abrumador seria el causante de su recordatorio.
Se acercó lo suficiente a su rostro y parte del cuello, colocándole la bufanda con suma delicadeza, pero de modo en que no se le volviera a caer...

No, lo que menos queria era detenerse a medio camino si sucedia algo inesperado

El ajeno terminó por colocar su bufanda por alrededor de su cuello, no había desviado su mirada del mayor, solo se le quedaba mirando como un idiota, frunció el ceño una vez más, estaba al borde de la desesperación, ¿Por qué? ¿Por qué eso…? Eran demasiadas preguntas para algo extraño… Solo suspiró en intento de dejarlo ir, habían cosas más importantes por que hacer…

De nuevo, el joven le tomó de la mano sin breve aviso, cosa que se sobresaltó, en cuando el otro se puso en camino junto con él, volvió a oler la bufanda, sentía su olor…
Escondió sus labios en la bufanda, dejando su nariz y parte del rostro fuera, se sentía confuso.
Se llevó su mano libre hacia su pecho, en donde se agarró de la camisa con fuerza, como si quisiera extraer ese sentimiento confuso.

Por suerte volvió a quitarse de esos simples pensamientos al escuchar al otro, le prestó atención y en cuando quiso darse cuenta se encontraban frente la puerta, cual sonido del piano resonaba fuertemente.

Tragó saliva con dificultad y se aferró con algo de fuerza a la mano del otro, frunció el ceño, en espera a lo que iba a pasar después, quizá tengan que salir corriendo… Quién sabe.
Respiró hondo y el mayor empezó abrir la puerta poco a poco….

El piano dejó de sonar en cuando la puerta fue abierta.
Se asomó con cautela, aun cogido de la mano del otro, con algo de fuerza, como si no quisiese soltarle en todo el trayecto.
Y así hizo, no le soltó para nada.

Se mantuvo firme, hasta que vio cierta silueta al fondo de la aula, donde el piano se encontraba.
Miró a Takumi y solo asintió, señal de que entrarían a resolver de una vez todo ese lio que había sucedido en todo este rato…

Al entrar se le quedó mirando, asustado era la palabra que le definía en aquellos momentos.
Pero cierta voz le desconcertó.

Voz: -¿Hola, hay alguien allí?- Preguntó como si nada, aquella silueta se levantó del asiento y se acercaron a ambos, por los pocos rayos de la luna se pudo ver que era una joven, y por el uniforme parecía ser que era de allí… -¿Querían algo?- Volvió a preguntar en cuando estuvo delante de ambos.

Se quedó paralizado, era un chica normal, parpadeó nerviosamente, incluso su voz se quebró. -¿E-eras tú quien tocaba el piano cada noche?- Le dijo mientras que le miraba, la chica asintió con el rostro felizmente, explicándoles que cada noche va a practicar un rato, debido a que ella no tiene un piano en casa.

Un misterio… Resuelto.

Sintió que aquel entrelazar se hacia cada vez mas fuerte, precisamente unos segundos posteriores al abrir la puerta y dejar que todo emergiera para sacar dudas. Y de manera insólita ó extraña el también se aferraba mas al lazo que formaban con sus manos; no era miedo, en lo absoluto, mas bien...como una palabra indirecta...una insinuación hacia el mas joven de que el estaba ahí; que no permitiría que nada le pasara.

Y por fin con la puerta a toda su abertura, el silencio inundo el aula, como si el entrar a dichoso lugar hubiese sido un interruptor de omisión; algo chocante.
Desvió la mirada a un costado, en donde se encontraba su acompañante...y cual fue su sorpresa; Aquel rostro que ante todo reflejaba miedo ó temor, captando cada detalle que desprendía esa faceta hasta oír una voz proveniente junto al piano.

Su semblante cambio de un segundo a otro; "eso" era todo...¿"esa" cosa había sido la causante de tanto alboroto sin sentido?. No se la creía, no señor, era sumamente tonto; tonto por su parte...al haberse adentrado mucho en tales sucesos extraños que según había en la universidad...y que para colmo no era mas que una simple muchacha tocando el piano.

Escuchó la pequeña conversación entre la joven y el periodista; Atentó a cada letra y palabra que afloraban en el salón. ¿Todo eso era cierto?...aun seguía sin creérsela.

Mas, algo rápido llegó a su mente. Bueno la conclusión del piano que según tocaba solo, había brotado...pero, y la pelota...y el cerrar de la puerta de ese mismo cuarto, y que hay de la "mancha" blanca que deambulaba por los pasillos
Estaba totalmente seguro que no eran bromas de su mente; ni que estuviese loco.

Suspiró, ajustando un poco la garganta para hablar, aparte de ser un ademán para llamar la atención.

- Espera un minuto, si tu eres la causante del piano, que hay con las otras cosas...esto aun no se a acabado - afirmó, cambiando su faceta a una mas decidida y firme. No se iría sin sacar todas las respuestas posibles.

Se le quedó mirando, quien iba a pensar que el causante de “todo” era solo una joven, bueno, al menos no era nada malo… Suspiró aliviado, pero sus preocupaciones volvieron al escuchar al mayor, se le quedó mirando, era verdad, ¿qué pasaba con aquella pelota, la “mancha blanca y…. Aquel esqueleto que vio?
Parpadeó nerviosamente y miró a la joven, como si ella supiera lo que estaba pasando, pero por la expresión que puso la chica parecía que sí sabía algo de ello…

Chica: -¿Eso?- Dijo mientras reía un poco. –Es solo una preparación.- Les explicó con tranquilidad, a la vez que se dirigía a un lado y abrió la luz, iluminando la sala de música. –Ahora mejor.- Sonrió felizmente.

-P-pero, ¿la pelota y…?- Se detuvo al escuchar como alguien entraba a la sala, parecía ser que no estaban solos.
Eran unos jóvenes, se podría decir que la misma edad que el mayor.

Chico: -Eso te lo puedo explicar yo.- Se acomodó la espalda en la puerta, cruzándose de brazos y piernas. –Veréis, era una sorpresa pero ya que nos descubristeis…- Se encogió de hombros, pausó y prosiguió. –Es que estamos preparando una fiesta para Halloween, la pelota se cayó se podría decir, queríamos arreglar unas cosas pero uno de los nuestros se le escapó la pelota.- Les explicó.

No se lo podía creer, todo eso era… ¿Una simple fiesta? Suspiró, pero aun las preguntas no se terminaron. –¿Y qué pasa con una mancha blanca?- Quiso saber curiosamente. -Y hay un esqueleto abajo, en una aula.- Le explicó.

Chico: Respiró hondo y prosiguió. –Bueno, la mancha blanca es porque uno se tuvo que disfrazar de fantasma, claro, es una fiesta de Halloween y ya me dijeron que vieron a gente…- Se llevó su dedo índice a su mentón al recordarlo. –Y seguramente os habrá querido decir algo, pero quizá se hayan ido corriendo y… El esqueleto… Puede que os hayáis metido en la aula de naturales, en donde allí hay un esqueleto para saber las partes del cuerpo.- Explicó divertido ante la situación, incluso dejó escapar una risita. –Así que no hay nada sobrenatural.- Les explicó gracioso.

Su boca se quedo abierta de la información dada, no se lo creía, todo era mentira, falso… Y todo por la fiesta… Suspiró profundamente, ¿ahora qué diría a la empresa? Bueno, diría la verdad, que solo era una fiesta…

Enarco una ceja al escuchar a la joven reír con tanta naturalidad y sin ninguna faceta que demostrara preocupación ó rareza por lo que acababa de expresar.
Y este aun por el asunto, su duda ascendió por tal palabra que no captaba en lo absoluto

- ¿preparación? - susurró para si mismo mientras la veía caminar hacia el interruptor donde la luz se presentaba como rayo. Entrecerró los ojos por el mismo cambio del cual no tardo en adaptarse, acatando la conversación ajena.

Más, otro tono de voz se había agregado al cuarto. ¿Que demonios estaba sucediendo?. En ningún momento se dio por voltearse y descubrir la anatomía del "chico" tras de ellos, simplemente se entretenía oyendo cada oración que a la verdad comenzaba a cabrearle.
Enserio que todo era una farsa, una vil mentira que a todo ello le habían pasado muchas cosas. Si no fuera su poco autocontrol que poseía...y gracias a su otra personalidad que permanecía ya una descendencia de cuarenta por ciento, en esos instantes estaría soltando tanta palabrería altisonante...desde la "A" a la "Z" y cualquiera que tuviese enlistada.

Se mantuvo tranquilo y en silencio hasta llegar al tema de la mancha blanca. Por parte no se enojaba...puesto sacaría el termino de que su mente le jugaba tretas, pero aun así...

- Jodanse - masculló entre dientes con varias venitas relucidas en su sien. Vaya que estaba enfurecido, y, si permanecía allí por mucho tiempo haría un completo escándalo y esparciría sangre por las paredes...literalmente.

- Bueno, ya no tenemos nada que hacer aquí - anunció para si mismo, aunque también una directa hacia el mas joven, que al igual que el, sentía la sensación de no creérsela. - esperó terminen tal fiesta y aun "vivan" para contarlo - anexó con su singular tono de voz fastidiado...jalando al periodista fuera del salón; claro, sin pasar desapercibido al otro muchacho ...que antes de salir junto con el de cabellos blancos, le dio un empuje contra la puerta...dando a entender el cabreo que ahora portaba.

- malditos - volvió a mascullar sin prestarle la debida atención al menor, por fin dejando el aula atrás de ellos, y quien sabe...hasta unos seres totalmente confundidos.

- tsk - chasqueo la lengua, sin soltar palabra por el pasillo; se concentraba en relajarse y no mantenerse en una mente llena de violencia.

Su mente estaba tan llena de pensamientos donde el color rojo predominaba, que muy apenas escuchaba su nombre en la penumbra de los pasillos. Continuando de esa manera, hasta que por una detención ajena sus pasos no tuvieron otra alternativa más que parar

- que de...- calló al instante en que volteo a ver a la persona culpable del "stop", desapareciendo todo rastro de cabreo al observarle tan decaído y escuchar su disculpa.
Volvió a chasquear la lengua mientras desviaba la mirada hacia la pared mas cercana. Culpabilidad, si otra vez; Sentía ese abrumador sentimiento por dentro; Había actuado sin pensar y todo por sus "malditos" arranques de enfado.

El periodista no tenia la culpa.

Regresó a mirarle, posando enseguida su mano libre en la cabeza ajena. No sabia lo que estaba haciendo pero por todo y algo tenia que actuar en ese instante.

- No hagas eso, no tienes por que hacerlo...- de los cabellos plateados, su mano vago hasta llegar al mentón del cual no tardo en usarlo para alzar y visualizar perfectamente el rostro contrario. - ya te lo había afirmado, hace rato...que yo accedí a estar contigo en este asunto hasta descifrarlo...así que no debes disculparte...- Se quedo en silencio por unos segundos...negando rotundamente por haber "recordado algo" - actué de forma negativa y se a la perfección que no debía haberme expresado así...por lo tanto la culpabilidad no recae en ti. No quieras sumergirte en ello - finalizó acercándose un poco a su rostro como un movimiento de parte de su otra personalidad...sujetando aun su mentón y la mano ajena.

- . . . -

No sabia que estaba realizando, ni por que su movimiento insólito hacia el mas joven. Su cuerpo actuaba por si solo y sentía en el fondo que era por su otra personalidad; al menos así era como lo planificaba.

- shh ...ya te dije, que no es tu culpa...no hagas que lo repita tantas veces - murmuró solo para el, entrecerrando sus ojos mientras se acercaba un poco mas. Pero, antes de hacer una tonteria...se alejó de golpe al mismo tiempo que soltaba su mentón.
Sus orbes se desorbitaban; !¿pero que demonios estaba a un solo segundo de realizar!?. Por dentro sentía su corazón palpitar de una forma totalmente curiosa y rápida...como si la vida se le fuese en tan solo un instante.

Desvió la mirada al pasillo lleno de penumbra...aun sujetando la mano ajena, que a todo lo contrario de querer soltarla...se mantenía firme a esta, entrelazando sus dedos en una agarre mas fuerte.

- será mejor que salgamos...no es necesario estar aquí - Su respiración se tranquilizaba; más el palpitar seguía vigente; ¿como saldría de esta?.

Comenzó a caminar hacia las escaleras que les harían descender hasta la puerta principal; jalando con suavidad al periodista, que ante todo evitaba ser brusco con el. Su mente era una mar de confusiones y un caos abrumador. No podía sacar tal escena que estaba a tan solo unos milímetros de crear...y peor aun, no sabría que tendría en pensamientos el mas joven, que diría, que haría...así que solo quedo en silencio...esperando no escuchar una cuestión que le hiciese hablar sobre el tema.

Pero

Pronto todo terminaría, al salir de la universidad.

Quería que sus pasos se alentaran; mas no lo conseguía. Sentía un desespero en su interior el cual era promotor de su ascendencia al caminar.

No deseaba llegar rápido a la salida, pero sus acciones hacían todo lo contrario, como si estas mismas lo torturaran por dentro y le reñían para fastidiarlo.
Estaba un poco conciente de lo que sucedía, tal vez un poco; Pero por mas que le diera vueltas se le hacia irónico que le sucediese a el...y todavía menos creíble al ser "esa" persona el que lo desconcertaba.

Demasiado chocante

Sintió que su entrelazar suave con sus dedos era correspondido por el periodista; y, a causa de ello...el corazón otra vez se "exaltaba".
Ya lo había descifrado.
Si, era el de cabellos plateados el causante de su extraño comportamiento, era el, y solo el. No tenia por que pensarle tanto cuando sus acciones sobresalían a luz después de "algo" que tuviese que ver con Allen.

Estaba totalmente seguro...pero ahora el famoso, ¿porque?.

La salida finalmente se hacia presente después de tanta bajadera de escalones y viajes por los pasillos. Definitivamente no quería salir, mas sus pasos continuaban al idéntico ritmo sin prestar atención a lo que deseaba.

"Maldición" - se repetía una y otra vez en su mente. La puerta ya estaba a su alcance y su cuerpo seguía actuando por si solo.
Tomó la perilla, para acto seguido jalar la entrada y dar la salida a su compañero mientras rompía el lazo entre sus manos de una forma lenta y tormentosa. Ya afuera se haría el desenlace...

~ La despedida ~

Después, de que el ajeno saliese...fue el siguiente; bajando los pocos escalones que había sintiendo la brisa helada contra su rostro. Ni idea de averiguar las horas que eran para que el ambiente estuviese de esa manera.

De repente se detuvo, fijando su vista al menor, como si esperase algo, algo que no deseaba...

- Allen . . . - Susurró

Aquel voltear tan lento que había producido el mas joven; le causaba un estrago en el interior, como un fuerte golpe contra su pecho...uno muy doloroso.

No quería, no lo deseaba...si fuera por el, en esos instantes le hubiese gustado detener el tiempo...solo un poco mas, sin tener que escuchar esa palabra angustiante.

Escuchó su iniciar, ya sabia lo que tenia que hacer; estando atentó a sus quedas palabras que, parecían no desear salir, y todo a ello...al ver que su voz se quebraba, como si de su cuerpo quedase paralizado.
Eso para nada le complacía, puesto...causaba una sensación aun peor dentro de si mismo...un hueco interno.

Se acercó sin notificación, tomando rápidamente su mentón para que le viese de nuevo y darse cuenta en el instante esa tristeza que le recorría. Todavía peor.

Soltó un suspiro mientras se aproximaba a su rostro; como anteriormente lo había hecho...pero esta vez vagando primero a su oído, en el cual no tardo en susurrarle...

- Allen... discúlpame - fue lo que broto, para acto continuo rozar sus labios por la mejilla del periodista...deteniéndose antes de dar con los ajenos - . . . -
Su corazón latía estrepitosamente, y su mentalidad no era de fiar en esos instantes; Todo un completo caos; Y el, que no entendía sus acciones, actos que tal vez, quizás tal vez...se arrepentiría...ó renacería algo mas...

Entrecerró su mirar, para dar inicio con un roce de sus labios con los del mas joven, temblando ligeramente...hasta plantarle un escaso beso. Si, ese beso que si no hubiese reaccionado anteriormente en el pasillo...se lo habría dado desde hace minutos.

Pero como todo comienza se acaba, alejándose con lentitud del muchacho, ahora solo tomándole de ambos hombros.

- ahora si...no habrá modo ni forma para que impidan encontrarnos de nuevo - afirmó desviando la mirada, tal vez un poco abochornado por lo sucedido; aunque en el fondo con una sensación de suma calidez que recorría su cuerpo.

No dijo nada mas...sintiendo por primera vez los nervios invadirle...

Quería que sus orbes se perdieran en otra cosa que dar de vez en cuando un reojo al menor; que tan solo a la minora vista....apreciaba ese bello color en sus mejillas.
Estaba sumamente seguro de haber actuado por impulso; no quería hacerlo...tal vez y para sus adentros no en esos instantes, mas su cuerpo le daba la contraria...como si dará a conclusión que su otra personalidad le controlase de todo a todo.



Y ante eso, esperaba una exclamación, un disgusto, o al menos una palabra negativa del periodista...Pero nada llegó, si no lo contrario...

No se percato de los pasos ajenos, solo sintiendo de repente una calida y suave tela envolver su cuello, ya un tacto muy reconocible; Volteándose por inercia...dando cara con el rostro del mas joven, que inevitablemente, esas sensaciones volvían con mas fuerza...



- pero...por q...- su oración se acortó por causa de las suaves palabras ajenas, observando el retroceder y enseguida su huir literal...dejándolo en la plena y fría noche avanzada.

Sin soltar palabra, su mano inconcientemente se guiaba hasta dar con la bufanda, estrujándola...mientras una sonrisa inusual afloraba en su rostro. Aquella oración, había sido una promesa indirecta...la cual estaba dispuesto a cumplir.

Cerró los ojos para abrirlos seguidamente al compás en que sus piernas creaban movimiento de salida; Soltando la suave tela...su sonrisa desapareció...aunque en el fondo...aun permanecía, y solo para aquel joven de cabellos plateados.