{ La nieve. } [Privado]

Como no hay ni tiendas ni nada, es decir un centro comercial, me lo invento, si no os importa.
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Caminaba sin sentido alguno, solo paseaba, despejándose de sus ideas.
La nieve cubría la mayor parte de aquella ciudad, la copa de los árboles estaba llena de la nieve blanca, haciendo que algún que otro trozo se cayera, acumulando la nieve debajo de la copa.
Hacía un frío horrible, el invierno se acercaba, no tardaría en llegar….

Iba cubierto de una chaqueta bastante gruesa, cual protegía su cuerpo, haciendo así que no cogiera tanto frio.
Respiró profundamente, haciendo que una bolita de vapor se disolviera en el aire.

Se detuvo.
Alzó su mirada y contempló un cerezo, cual solo estaba el tronco y todo lleno de nieve, algo…. ¿Bonito?
Puede, pero en realidad estaba en otro “mundo”, hundido en sus pensamientos; pensando en… Él.

¿Cuánto había pasado, una, dos semanas? Desde que sucedió “aquello”, era inolvidable, ¿cómo olvidarse de algo igual? Le era imposible, es más tampoco querría.
Entrecerró sus luceros, elevó su mano diestra y rozó la yema del dedo índice sobre sus labios, haciendo un pequeño y simple roce en estos….

Bajó con lentitud su brazo para después dejar caer su extremidad al lado de su cuerpo. Con la mirada perdida, manteniéndose de pie, allí parado sin hacer nada, solo…. Pensando en cuando le volvería a ver o tan solo escuchar hablar de él.

Sí, al final creía que sus sentimientos tenían que ver con él, todo por él, solo él…
Sacudió el rostro con algo de brusquedad, no era momento de pensar en ello, era un día de fiesta, no tenía trabajo y no iba al colegio, así que se tomaría el día libre…

De nuevo volvió a caminar, paseando por las calles de la ciudad sin muchas ganas, por mucho que no quería no dejaba de pensar en ello, aun que la vida seguía su curso…
En cuando tuvo que presentar el trabajo de aquella “siniestra” universidad, fue algo… Bueno, tenía que coger otro reportaje para la próxima vez si no le despedirían, y aquello no le gustaría, si no se quedaría sin nada y sin dinero…

Resopló, mientras caminaba alzaba su mirada azulada en el cielo cubierto por grandes nubes negras.

¿Cuánto tiempo más tendría que estar así?

Manteniendo la mirada por el cielo, perdido en ella, como si encontrara sus respuestas en aquellas negras nubes…
Mantenía sus luceros entrecerrados, pensando… Asumido y…

No se lo podía quitar de la cabeza, le era imposible, le ponía nervioso, dándose a la idea que quizá no lo vulva a haber más… Negó, quería verle, pero… ¿El otro querría verle a él?

Suspiró, y en cuando quiso darse cuenta se encontró frente el centro comercial, se quedó mirando para después encogerse de hombros y entrar, aprovecharía a comprar y dejar aparte los pensamientos, de momento querría descansar ya que llevaba todos los días pensando en aquello…

Sus lacios cabellos se movían al compás del suave viento; esta vez sin tener ninguna cinta cual los sujetara, aunque por primera vez...ese pequeño problema no le fastidiaba. No, y solo era por una causa; sus pensamientos.

La mayor parte de las semanas continuas a ese breve "incidente", se la pasaba sumergido en un mar de emociones insólitas...aparte de un enorme desconcierto y la sensación de seguir usando la fina bufanda que "en esos instantes" recorría su cuello de una manera protectora.

Si, la bufanda; desde esa noche...no paraba de usarla. Por una extraña razón, su instinto le hacia tomarla cada vez que salía, ya fuese para un viaje pequeño o un simple paseo por el parque; la delicada tela siempre estaba presente.
Tenia una fortuna que el clima estuviese de tal forma, si no, seria un disgusto estarla usando si el tiempo estaba en su contraria.

"Mas, sentía la seguridad de que aun así, la tendría puesta"

Por dentro las palabras altisonantes que tanto resguardaba en su mentalidad, iban directo hacia el; se maldecía internamente por estar realizando y pensando tales cosas...
No era momento para ello, tenia que concentrarse en otros objetivos; pero aun que lo deseara la imagen de aquel muchacho invadía su razón sin su consentimiento.



Su mano por inercia vagó lentamente hasta la bufanda, rozando la yema de sus dedos sobre la dichosa tela.

- Allen...- murmuró por incidente; abriendo sus ojos a mas no poder por lo que había brotado de sus labios.
¿Pero que le ocurría?, esa "cosa" solo era parte de un guardarropa. Del guardarropa del periodista con exactitud.

Negó bruscamente continuando con su camino, sin darle importancia de aquellas personas "curiosas" de su comportamiento en plena vía publica. Debía olvidarlo; borrar toda esa mentalidad que mantenía. ¿Pero como?, como desvanecer dichos recuerdos con tanta facilidad. Obviamente no podría.

Y al fin, sin tener ningún accidente por su travesía, llegó al centro comercial; ese "también" maldecido lugar por estar infestado de multitud.
Era lógico que lo estuviese, mas, se exaltaba cuando ocurría lentitud en dichoso sitio. Le era desesperante...

Entró sin rodeos dirigiéndose a donde primeramente tenia que estar; A uno de los pequeños establecimientos interinos.

La librería.

Hace poco la continuidad de su tan "preciado" libro había hecho gala de su aparición, tenia que conseguir el segundo tomo...costara lo que costara.
Y sin más retomando su trayecto, se encamino hacia el local...aunque...aun resguardaba, ese chico de cabellos plateados en su mente.

El demorar a su destino fue nulo, visualizando la librería...que por gracias a dios estaba casi vacía; de esa manera no tardaría tanto para salir de ahí.
Se adentro al susodicho lugar, caminando entre las estanterías; Había una gran variedad de tomos y géneros, desde los mas anónimos hasta los tan fácilmente reconocidos. Pero ninguno de ellos era el que buscaba...no por el momento; cuando ya había llegado a un singular anaquel.

- Luna Nueva...- murmuraba mientras que la vista se concentraba solo en localizar la primera letra del titulo, pero, de repente se detuvo; Abstrayéndose por una llamativa portada plateada, donde la imagen de un muchacho de cabellera del mismo color que la tapa, se apreciaba sentado con un debido aumento de la imagen.

Parpadeo tres veces seguidas, captando cada detalle de tal joven; se parecía tanto a...

- No puede ser - movió la cabeza bruscamente de un lado a otro. Pero que pensaba, claro que no era "el", de donde rayos lo había comparado. Solo era una simple ilustración que de una forma extraña le daba un "aire" al periodista de hace semanas; Y que si no fuera por la sutil joven a un lado suyo buscando lo que deseaba, se habría golpeado para reaccionar ó quizás darse la opción de soltar varias altisonantes.



Suspiró ya un poco tranquilizado, listo para retomar su antiguo labor. Mas, al haber despertado la imagen del otro chico, su mente de nuevo divagaba, donde solo la faceta ajena se hacia presente...su sonrisa, sus ojos de tan bello color, inclusive su voz que hasta sentía resonarla en sus oídos. Y por ultimo sus labios, es cierto...el beso.
Desorbitó las orbes al recordar algo tan "impactante"; no es que lo olvidase, al contrario...era lo que menos deseaba rememorar, ya que tan solo al recapitular tal escena...aquella sensación calida recorría por su cuerpo.
Detestaba esa emoción. No por darle asco o repugnancia...si no todo lo que le hacia causar.

Y otra cosa por la cual no le gustaba fundirse en mente, era por que no sabia que recreaba en el exterior.
Sin darse cuenta...había tomado un libro desconocido, sabrá "kami" de donde lo habrá cogido, pero el punto ahora es que se encontraba en sus manos.
La decoración era extraña a su ver; un color acercándose al verde bandera...y de ilustración una imagen de una pareja.

- Algo más que el deseo...- leyó el titulo como si su mente procesara lo sucedido. Moviendo el libro para leer el resumen de la contraportada...cuando... - Oh Joder!!! - exclamó, causando que la chica a un lado diera un respingo del susto.

Sus mejillas habían retomado cierto color; no tan fuerte pero si algo notorio. Dejó el tomo en cualquier sitio del estante sin prestar atención a la mirada encimosa de la ajena, regresando a buscar su volumen dos...que por mas que examinara...los títulos que leía eran:

- "Tu me perteneces"
- " Dime que me amas"

!Que acaso el mundo ese día estaba contra de el!. Su desesperación se hacia notoria y los nervios le invadían leyendo tales cosas.
Entretenido en su búsqueda, dio un exalto al sentir que alguien le tocaba el hombro. Era esa misma joven metiche de sus reacciones, que al parecer en una de sus manos residía un libro de color negro y una flor que parecía estar despintada.

- ¿de casualidad buscas este? – cuestionó la muchacha extendiéndole el tomo, como si esperase que en verdad ese era el que anhelaba.

La observó un poco confundido para enseguida fijar sus orbes en el libro. Portada negra, parte de letras blancas y la dichosa flor despintada.

- Luna Nueva – leyó con un tono calmado, agarrando el susodicho volumen.

- al parecer si era – comentó la intrusa riendo por la comedia anterior que había presentado Takumi. De verdad…que ese día el mundo estaba en contra de el.

Resopló un poco molesto al oír la risita fastidiosa, que al darse cuenta la ajena, soltó una disculpa…retirándose enseguida sin escuchar un “gracias” de su parte.
Otro suspiró afloro, ya que importaba, por fin tenia lo que “ambicionaba”, y solo quedaba pasar por otras cosas y regresar a su departamento.

Fue a pagar el tomo, que sin demorar salio rápido de la librería.

- Estupida Stephenie Meyer lo que me hace pasar por su maldita obra – murmuraba encogiéndose de hombros – y será aun mas idiota ese Al…- de repente calló, al darse cuenta lo que iba a brotar de sus labios.
Aunque ahora una media sonrisa afloraba en su rostro; Que bajo caía por el.

- si, será idiota – habló para si mismo, avanzando en su camino.

Poco después algo llamo su atención, como si lo arrastrase hasta la voz escandalosa.
Un cartel se mostraba con letras grandes y totalmente llamativas…

- Viaje a las montañas…- no termino la oración, mientras alzaba la ceja. ¿Qué tan emocionante podría ser un viaje?…

Se quedo por unos minutos mas, observando enseguida la fila de quienes estarían dispuestos a participar.
Soltó un bufido al verles…”pero vaya gente”. Pero, algo, algo mucho mas importante había captado toda su atención. Un joven en esa misma fila, de cabellos plateados y de cierta estatura que podría delatar su edad.

No, era imposible, de seguro su mente otra vez le jugaba bromas pesadas. Ya era suficiente con lo de la librería, como para seguir fastidiándole.
Mas algo le hacia quedarse como “pensativo”, creyendo internamente…que el no era Allen.

No quería admitirlo, no deseaba aceptar que algo semejante a un paralizante cruzaba por su cuerpo, como si de cualquier shock se tratase; aunque más bien, eso era en lo que estaba, en "Shock".
Sus ojos no dejaban de exhibir ese desorbitar, al finalmente contemplar lo que desde hace ya semanas le "sofocaba".

Las orbes de un agraciado azul, el cabello de tan interesante plateado y que agregando, aquella faceta que seria embrollado de ignorar.
Si era el, no había duda alguna; Tendría que estar lo suficientemente idiota para no reconocerlo. Sin embargo...lo de pasmado ya lo cargaba, al estarse estático frente al joven que en lo evidente parecía ya haberle hablado.

Se recobró enseguida de acatar su nombre en aquel susurro, moviendo la cabeza de manera pausada y apenas visible, queriendo aparentar "normalidad".
Se aclaró a duras penas la garganta, desviando la mirada tratando de calmarse.

- a quien mas esperabas - refunfuñó, reaccionando apresuradamente al captar lo que había brotado de sus labios. Que tontería, era lógico que no lo tenia previsto.
Quien en su juicio, sabría que tal persona de repente te saliera ayudándote y que de la nada fuera un conocido de hace días.

"Por su puesto que nadie".

Aun con la mirada a otras cosas que no poseían ningún significado para el, sacó como podía el libro de luna nueva de su bolsa, que en particular era un poco mas grande que la del CD; Introduciendo la obra de Stephenie Meyer con rapidez en el "protector de plástico" (bolsa) del disco.

- toma...agarrala - en ningún instante le dirigió la vista, extendiéndole la dichosa bolsa esperando a que la tomase, que al igual tratando de no tirar la cosas que ahora residian en uno de sus brazos - mete algo de comida ahí, si no...la otra también se romperá con tanta cosa "cargando" - explicó, regresando su mirada hacia el mas joven, aunque sin dar con perfección a su rostro.

No le deseaba ver en cierto modo irónico y contradictorio, ya que...tan solo recordar el beso de aquella noche, le causaba un mar de confusión...aparte de no saber que diría el periodista por ello.
Y sin darse cuenta, su mano (y brazo) cuales sostenían las otras cosas, había alcanzado a aferrarse a la bufanda de cierta manera recelosa.

Al dejar de sentir aquel material en su mano derecha "auxilio" escasamente al mas joven...colocando los otros alimentos que había recogido en la bolsa concedida, sin retomar ningún momento para verle al rostro; Todo por no querer experimentar de nuevo ese grato sentimiento, ese aquel que tanto le hacia cambiar.

Regresó la mirada a cosas que no tenían significado para el cuando por fin y al saber que el mas joven había terminado con su deber. Su corazón por una extraña razón palpitaba a cierto ritmo indefinido...que poco a poco ascendía, con tan solo pensar que el dueño de sus enigmas se situaba a tan solo unos centímetros de distancia.
¿Que haría, que palabras serian las correctas, y cuales negativas para no sacar a luz ese
pequeño y por el momento insignificativo desenlace de aquella noche?.

No se le ocurría nada, su mente permanecía en blanco para esos términos, ya que solo la imagen que no contemplaba en esos instantes, la tenia excesivamente presente.

Su mano que hace minutos entretenida se aferraba a la bufanda, lentamente descendía con la pequeña bolsa. El silencio parecía ahogarle, hundirlo en un mar de desesperación; Algo de suma importancia que no expresaba en su faceta.

Sin mas tiempo que tomar, finalmente dirigió sus orbes al rostro ajeno, captando cada detalle, recordando y analizando a la vez toda esa faceta...que admitiendo la verdad...era demasiado cautivadora; Una palabra que jamás saldría de sus labios.

Suspiró, introduciendo su mano libre a uno de los bolsillos del abrigo oscuro que portaba, un poco nervioso antes de soltar palabra. Tan solo la mirada del menor le hacia reaccionar insólitamente.

- No esperaba… encontrarte aquí – mencionó a penas audible, desviando una vez mas la mirada…pero en esta ocasión se mantenía clavada hacia el piso.

Sus ojos literalmente se filtraban hacia el suelo, escuchando por parte los pasos ajenos de toda aquella multitud a su alrededor. Voces, murmullos y esas miradas sobre su ser que eran de las mas incomodas.

No solo por llegar a pensar que a sus observaciones foráneas eran un par de “bichos raros”, si no que cada vista encimosa le hacia un estrago interno. ¿Qué demonios tenían que estarles viendo?.
Se repetía constantemente, hasta que la voz forastera tan reconocida atravesaba sus oídos. Quiso levantar la vista, pero por mas su contrariedad le ganaba.

No obstante, cuando volvió a percibir las suaves palabras del periodista con una simple pero significativa proposición, no hubo absolutamente nada para detener su alzar y dar de lleno con el rostro del mas joven; Claro que habría sido de esa forma, si el muchacho no hubiese descendido la mirada.

Alzó la ceja extrañado de tal reacción, aunque verificándolo por su lado…las suyas pasaban mucho de lo chocante y “corto”; Un punto terriblemente malo.

Más a lo sustancial, aun no entendía el porque de su insólito movimiento, algo que le carcomía internamente y deseaba descubrirlo.
Se acercó con lentitud sacando la mano del bolsillo, la cual sin atrasarse, reposó en el hombro derecho de Allen

- Entonces…vamos. – una sonrisa afloró de sus labios, solo por unos instantes…cuando de la “nada” había vuelto a desvanecerse. Una preciada y rara sonrisa que resaltaba ternura a su manera, una que iba y aunque no deseara admitirlo…regalada solo para el.

- no quiero tener tantas miradas encima – se excusó mientras quitaba su mano del hombro ajeno, que de manera extraña…esta fue “viajando” hasta querer dar con la del mas joven…esa calida y suave mano que echaba de menos. Pero antes de poder entrelazarla…se contuvo, solo alcanzando a dejar un roce entre estas para seguidamente desaparecer.
No tenia el por que hacerlo, no solo por el sitio y las miradas entrometidas a las que se verían expuestos por aquel lazo que formarían...mas bien, por que no tenia ningún derecho; En tal antigua ocasión, solo había sido por la circunstancia que se presentaba, no por algo mas explicito.

Se alejó con una desorientación minora por su acto...quedando ahora de perfil, “alistándose” para comenzar el trayecto.

- ¿Quieres ir a un sitio en especifico? – cuestionó esperando respuesta, aguardando un momento para sacar tema que a todo momento evadiese el desenlace de hace días, Ese atormentador beso que no le dejaba en paz.

La respuesta no se hizo demorar, asintiendo quedamente lo que parecía cuestionar con duda. A su ver, era un buen sitio para "descansar" y platicar entre ellos, dar un punto para conocerse mejor...que, pensando con detalle, era algo ¿importante?. Bueno, en realidad aquella vez, esa tan recordable ocasión en la que se relacionaron, no hubo ningún momento en que al menos un tema personal saliese a luz en el trayecto que recreaban por los pasillos de la universidad. Ni uno.

Quizás, era finalmente una circunstancia especial entre ellos dos.

Sin darse cuenta otra sonrisa hacia gala de su presencia, su faceta inexpresiva...parecía cambiar poco a poco cuando su esencia se mantenía cerca del mas joven. Como si le distendiera ó relajara de una manera placentera y calida a la vez. Esa terca sensación que no retomaba momento para desaparecer.

- claro...no hay ningún inconveniente - afirmó después de aquel asentir mientras la sonrisa con lentitud se desvanecía. Tal vez en un porvenir...ese gesto tan insólito perduraría, solo para el dueño de sus extrañezas.

Enseguida hizo el ademán de seguirle con un simple movimiento de cabeza, esperando a que atendiese y emprendieran su caminar en busca de un buen restaurante, ni tan lujoso ni simple...solo un sitio "perfecto" en el que consiguieran estar solos.



Unos cuantos pasos se dieron, sentía el silencio fastidiarle con literalidad. Quería entablar dialogo, pero por mas no se le ocurría nada útil e interesante, y ese molesto beso que no podía borrar de su mente; Si tan solo no lo hubiese hecho...

Movió la cabeza ligeramente queriendo disipar esa escena frustrante, ¿que habría pasado si en aquella noche, esa chocante reacción no la hubiera creado?, tal vez...no estaría en las circunstancias notorias, o quizás...de todas maneras le hubiese "plantado" el beso en el día que se encontraran de nuevo.

Era totalmente incomodo.

Se resigno por buscar algo bueno del cual platicar, soltando lo primero que se le viniera a la mente. Y para colmo...

- ¿que tal te ha ido, después de esa noche? - cuestionó deseando golpearse internamente por tal pregunta. Con ello, había dado un indicio de comenzar una platica sobre tal desenlace confuso.

Su mirar se retenía al extenso camino esperando por mientras la contestación ajena, deseando internamente que nada a lo sucedido anterior saliese a luz. No estaría lo suficiente preparado para contestar todo un largo cuestionario donde seguro actuaría de la manera mas incorrecta; Peor aun, por el sitio en el que se encontraban y las contemplaciones forestares que vendrían por ello.

Suspiró, percibiendo con posterioridad la tan reconocida voz, resumiendo a lo que era...la esperada respuesta.
Sus orbes dieron de reojo con el joven de cabellos plateados, acatando sus palabras; Aunque por mas, lo que captaba toda su atención era "el" y no lo que brotaba de sus labios.

Aumento el abrir de sus ojos al oírle terminar. El trabajo, ese susodicho trabajo que por su causa se habían relacionado. Ya ni se acordaba del punto principal, y lo que al parecer el periodista estaría en apuros si no conseguía algo rápido.

Estaba a tan solo unos segundos de soltar palabra, dar un comentario y quizás una ayuda para su obstáculo, cuando una solitaria pregunta comparada a la suya antiguamente surgía directo a el.
Dejó el tema del "trabajo" ajeno por el instante, ya tendría tiempo después para relucirlo de nuevo y profundizarlo. Como todo aquel enlistado de dudas que esperaba algún día u ocasión ser borradas por el mismo joven a su lado.

De nueva cuenta suspiró, listo para disipar la cuestión.

- Supongo que bien, ó normal...nos acercamos a un día festivo...así que los labores rutinarios en ciertas partes descienden y se mantiene tranquilo todo, por lo que no tengo algo sustancial de momento que contarte…- respondió un poco “seco”, continuando con el indagar de aquel “perfecto” restaurante.

El frío aumentaba cada minuto, aun para estar encerrados literalmente en el centro comercial, de alguna u otra manera el viento helado parecía traspasar aquellas gruesas paredes.
Y, Por inconciencia, su mano como ya era habitual, fue vagando hasta sentir el suave tacto de la bufanda.
¡Cierto!, aun no le regresaba objeto de tal valor, y con ese ambiente no del todo agradable, era preferible que el periodista la usara.
Con tan solo instantes de quitársela, se contuvo precipitadamente; Una idea no muy común de sus pensamientos había pasado por su cabeza. Con tan solo recordar la escena que tan rápido como rayo cruzó por su mente, un leve color en sus mejillas había sobresalido.



Movió su cabeza quedamente, no podría hacer “aquello”, no ahora, ni nunca…no entendía el por que de esa escena repentina en su mentalidad…por que…que había sido la causa para que dichosa imagen saliese de la “nada”.

Desvaneció esa pequeña “molestia” (aparte de la bufanda), concentrándose en la búsqueda del restaurante…Que sin atrasarse tanto, por fin visualizo con lo que “casi” anhelaba desde hace transcurso de tiempo.

Se detuvo sin brusquedad, palpando uno de los hombros mas cercanos del muchacho a su lado.

- ¿Entramos a este lugar? – cuestionó señalando con su mirar al sencillo pero atrayente restaurante situado a un costado de ellos.
Parecía el lugar mas indicado a la “situación”, no residía mucha gente, y en la parte superior de la construcción de este mismo, se lograba observar una especie de terraza donde varias mesas relucían. Era perfecto.

Esperó un poco impaciente la contestación del mas joven; aunque las palabras no se hicieron presentes...un simple movimiento de asentir había sido realizado. Con eso bastaba.

Y, sin cuestionar o entablar nada mas, se adentró al llamativo restaurante. No había casi personas en tal dichoso lugar, justo como lo tenia previsto al haberlo observado desde el exterior.
Sonrió para sus adentros, ese sitio era de buena elección.

Por algunos instantes se mantuvo entretenido con la decoración adecuada a la estación y la fecha cual no tardaría en llegar, hasta que la voz del periodista "asistió" en sus oídos, formando con esas palabras una queda cuestión.
Pasó sus orbes a donde señalaba el brazo ajeno...arribando a lo que parecía ser unas escaleras guiando a la terraza que bien se visualizaba desde lo externo.

A tan solo segundos de contestar la esencia del muchacho se alejaba, dando con rapidez su vista con la anatomía contraria.
Alzó la ceja extrañado un poco de su comportamiento, esa reacción no esperada.

Chasqueó la lengua con una minoría de cabreo siguiendo al otro chico por las escaleras, mientras algunas miradas encimosas de las pocas personas en la planta baja iban directo a ambos.

- tsk - se concentró en el ascender de los escalones, finalmente llegando a la parte superior. Un poco de viento helado de repente le tomo por sorpresa, entrecerrando los parpados...hasta mostrar por completo sus orbes en unos segundos posteriores

- Allen...- buscó al dueño de tal nombre, dando con el susodicho ya sentado cómodamente en uno de los asientos de las mesas.
Emprendió de nuevo el camino directo a la mesa elegida; Sentándose de inmediato dando un suspiro con suma notoriedad.

- si de todas maneras ibas a subir para que me preguntas – pronunció con cierto aire de queja, aunque en realidad era solo una manera de empezar conversación.
Se adaptó mejor en el asiento, pasando uno de sus codos a la mesa y su mentón a la palma de su mano, contemplando inquisitivamente al mas joven.

- . . . 15 ¿verdad?…- pronunció sin justificar el por que de tales palabras, escuchando de repente unos pasos aproximarse, que eran solamente del mesero; Sacada aquella conclusión al verle a un lado dejando las “cartas”…listo todo para verificar los platillos.

El extraño con traje se alejó, dándoles el debido tiempo para elegir lo que desearían comer.

Después de un tiempo retomó por elegir contestarle la antigua pregunta ante sus quedas cuestiones enlistadas, dando un suspiró a penas notorio para empezar.

- ¿como lo se?, es sencillo en realidad - afirmó antes de continuar, deshaciendo el acomodar de aquel mentón en la palma de su mano, cual esta ultima se dirigió hasta la "carta", dispuesto a revisar los platillos. - tu estatura tan "baja" relata tu edad, "aunque con ese tipo de cabello puede "relucir" todo lo contrario a vistas ajenas"...- bufó ante lo remarcado, prestando mas su atención al registro de comida que al muchacho de orbes azules.

- pero en fin, dejemos como desenlace que es la estatura y tu rostro tan tie...- mostró un exaltar de golpe en sus ojos al estar conciente de la ultima palabra que brotaría de sus labios. ¿Enserio estaba a tan solo un momento de soltar aquel término?.
Alzó la lista del menú ocultando parte de su rostro, como si con facilidad se olvidase la manera tan cortante de esa oración.

Al paso de minutos bajó la carta con tranquilidad, dejándola a un lado mientras regresaba a su precedente posición, pero esta vez ...sin observar tan fijamente a su acompañante.

- uhm, pediré Yakisoba - respondió al haber recordado la ultima pregunta y una reacción muy pasada del periodista que llegó con rapidez a su mente, una que realmente no había captado…hasta ese momento de evocar, causando un cambio drástico de actitud.

- oye…- pronunció con un debido tono de cabreo antes de proseguir – vuelve a sacarme la lengua y te la arrancare – mas que nada era una advertencia, frunciendo el ceño por parte de la causa y suya al no haber rememorado tal acción.

Aquella "venganza" lo había mosqueado bastante; Podría soportar tan solo un poco lo de la lengua, más el tema de su cabello era otra.
Sintió las ganas de levantarse e ir "contra" el periodista, pero resistió, no causaría un revuelto en el restaurante; Aun que estuvieran solos.

Se tranquilizó, no era momento para "ascender la llama"...aunque con toda la palabrería ajena le era difícil mantener la paciencia.
Agradeció internamente cuando el mesero se manifestó queriendo saber ambos pedidos. Escuchó el del mas joven mientras una gota se deslizaba por su sien. ¿En serio que comería todo aquello?.
Su leve sorpresa se desvaneció al oír que el joven con uniforme le hablaba, dando un quedo respingo a penas notorio, atendiendo lo que requería.

- uhm yakisoba por favor - ordenó notando el asentir contrario del mesero, recogiendo ambas cartas y retirándose con posterioridad.
Cuando el ambiente regresó a lo solitario...literalmente, se reacomodo, bajando el brazo cual utilizaba como soporte, dejándolo caer a la mesa, observando las reacciones del muchacho de cabellos plateados por su advertencia que, si continuaba de esa manera no tardaría en cumplirse.

Y si, no tardaría...al haber oído la provocadora pregunta haciendo el mismo movimiento infantil. Una venita resaltó en su sien, cruzándose de brazos inmediatamente.

- por que no puedes, y si prosigues con eso no solo la lengua quedara afectada - le miró desafiante, queriendo pararse de una vez.