Noche larga

Sonrió; estaba rodeado de varios compañeros de oficio que salían "a la caza" una noche más. Hacía tiempo que les permitían buscarlos dentro de Pub's donde los clientes parecían buscar compañía como aquella. Un pequeño pago al dueño, y listo. Por lo menos estaba calentito...

Miró hacia los alrededores, sabiendo de sobra que los ahí presentes sabían quiénes eran. Les lanzaba miradas seductoras, queriendo acabar cuanto antes aquella noche para dormir de una vez. Le dolía la cabeza, y tan sólo pensaba en acabar.

Observó de reojo que ya tenían a un interesado en ellos. Cerró los ojos un leve instante mientras tomaba una larga inspiración, para luego abrir los ojos y clavarlos directos en la mirada del chico.

Ladeó la cabeza, puso sus manos en su cadera y se mordió el labio inferior sin desviar su directa mirada.

*A lo lejos mira a un chico de pelo negro corto, y con una
mirada sexi, y claro estaba que era lo que estaba buscando
mientras se acercaba lentamente a el, y le ofrecia una copa
preguntandole su nombre*

-Hola!! Cual es Tu nombre Hermosura?

Tomó la copa y le sonrió, sin despegar su mirada de aquellos ojos.

- Me llamo Gale.

Puso sus labios sobre el vaso, sin llegar a beber del líquido. Cogió ligeramente la chaqueta del mayor y comenzó a andar para llevarlos a ambos a un lugar un poco más solitario, lejos de sus compañeros.

Se volvió hacia el chico de nuevo, sonriéndole.

Se detuvo en un lugar aparentemente alejado del resto, en uno de los lados del bar, donde las voces se oían lejanas, pero la música se podía sentir en cada poro de sus cuerpos. Rió divertido al ver cómo le comía con la mirada, levantándole la barbilla para que le mirase a los ojos.

- ¿Te gusta lo que ves? - se mordió su labio inferior, sonriéndole con picardía.

Se limitó a reír, agradeciendo que la noche no se prolongaría mucho más, para él. Su cabeza todavía dolía, pero trató de ignorarlo y sonreír a su nuevo cliente. Así, acabarían antes...

Se pegó más a él, sin cortar ni un instante el contacto visual.

- ¿Y tienes planes para esta noche...? - susurró con suavidad.

Pasó ambos brazos por los hombros del otro chico, acercándose más de lo debido a él. Puso su boca en su oído, soltando una risita dulce y depositando un besito en su lóbulo.

- ¿Me permites darme por aludido? Así, tal vez me lleves contigo...

Susurraba las palabras con mucha suavidad, cada palabra previamente seleccionada, con el tono debidamente expuesto. Tan sólo, debía esperar la reacción del otro chico para saber la manera de actuar.

Sonrió de alivio. Sí, le iba a llevar con él; aquella noche parecía poder tener un final, y ese final tal vez podía conllevar el alivio de su dolor de cabeza. Tal vez, algo de marcha le iría bien, quién sabía...

Se separó ligeramente de él, para que le pudiese mirar a los ojos. Desvió su mirada al suelo, sabía que aquella era la parte más delicada. Mantuvo su sonrisa y sus susurros.

- Pero sabes que con una serie de... circunstancias. - levantó la mirada y la fijó en sus ojos.

Sonrió con suavidad para no alarmar al chico, y para no hacer que éste huyera. No quería ni pensar lo que le harían si eso ocurriese... Miró en dirección a un hombre con cara de enfado que les miraba atentamente y volvió a mirar al chico con una leve expresión de temor. Desvió la mirada al suelo.

- Que hables con ese señor de ahí sobre... asuntos. - levantó la mirada con suavidad e intentó sonreír. - Sin protección, no hay nada. Y sobre todo... llévame a un sitio bonito. - amplió su sonrisa.

Le cogió de la chaqueta, tan sólo para acercarse más hacia él. No, no se podía permitir arriesgarse, había mucho en juego... Bueno, tal vez no tanto. Tal vez su vida no fuese tan espectacular, pero había algo en juego.

Le sonrió, lo más amplio que pudo para intentar que el joven también sonriese y rió brevemente.

- Siempre está bien probar cosas nuevas...

Le sacó un instante la lengua, sonriéndole con picardía.

- Por supuesto que tengo razón.

Se puso de cuclillas un momentito para darle un besito en el cuello. Se separó y volvió a mirarle a los ojos, sonriéndole con amplitud. Dispuso sus manos entrelazadas delante de él, para mirarle con inocencia.

- Y bien... ¿adónde vamos? - sonrió.

-Mmm.. A donde te gustaria ir..?

*le pregunto, para que el escojiera el lugar que el
quisiera, para que ambos estuvieran complacidos
mientras le sonreia sensualmente*

Puso morritos, realmente odiaba hacer elecciones como aquella. No conocía muy bien la ciudad ya que no solía salir mucho por ahí por razones más que evidentes, pero aquella no era la razón. Era más que indeciso, eso era todo.

- ¡No vale! Yo pregunté antes. - se cruzó de brazos y simuló un leve enfado. Relajó su expresión y se echó a reír. - Te toca elegir a ti. De verdad, donde digas, estará bien.

-mmm...Esta Bien..que te parece si vamos ami
departamento..esta muy grande..y tiene una
mirada ala playa ..muy hermosa..

*mientras le decia como era su departamento..
le sonreia seximente al menor esperando aver
que decia*

Sonrió; aquello era justamente lo que quería oír. No le gustaban los hoteles baratos que solía frecuentar con sus clientes; el poder estar en la casa de ellos era mucho mejor por más que obvias razones. Y le agradaría conocer la casa del joven, sería tan lujosa como se la imaginaba.

- ¡Me encanta el mar! - sonrió. - Y me encantaría poder visitar tu apartamento. - clavó su mirada en él con sensualidad. - Pero, ¿no molestaremos a nadie?

Rió él también y se agarró de su brazo, sonriéndole divertido. Sacó su lengua, en un gesto de broma.

- En tal caso, será mejor que no me queje de absolutamente nada. - bajó la cabeza, y le miró desde aquel punto de vista. - Aunque dudo que eso ocurra, ¿no es así?

Sonrió de nuevo y volvió a agarrarse de su brazo, tirando ligeramente de él para incitarle a caminar.