"El mundo de Sofía"

suspiré pesdamente mientras miraba los títulos en el lateral de los libros buscando el que me interesaba, ahora me dedicaría a leer filosofía en mi tiempo libre, quizafuera una forma de pensar menos en mi trabajo en lo que me tocaba ser y hacer, clavé la mirada en uno de los volumenes exmainandolo con curiosidad

Supiró; su jefe, una vez más le había mandado a aquella librería. No sabía si aquello se debía a que parecía que era el único que sabía leer en ese antro o a que se quería reír de él mostrándole algo que jamás alcanzaría.

Miró las altas estanterías sin poder pensar con claridad, admirando cada volumen. Bajó la cabeza y se dirigió al mostrador, repitiéndose que no debería pensar en ello más.

negué con la cabeza, al pareser no encontraría lo que estaba buscando en aquel lugar, con pesar decidí abandonar el sitio por su puesto no sin antes pasar por el mostrador y preguntar si por pura casualidad se encontraba el mundo de Sofía en aquel lugar, no era la mejor manera de empezar a leer filosofía pero era lo más rápido que conocía

Un dependiente le miró e hizo un gesto de entendimiento, echando a correr en dirección al almacén. Ya le conocían por aquellos lugares, y sabía que era a aquel muchacho a quien tenían que dar los raros pedidos que les encomendaba su jefe.

Aprovechó entonces para echar otro vistazo a la tienda. Al escuchar al otro hombre hacer aquella pregunta, tan sólo se limitó a observarle con una expresión de admiración, envidiándole ya que no tenía ni idea de a qué libro se refería.

sentí la mirada del otro sobre mi, era normal tomando en cuenta el libro que había pedido, despues de todo quien estaba tan loco como para leer filosofía?c reo que yo al menos, suspiré profundamente y me giré en su dirección.

-¿ocurre algo?-le pregunté

Se asustó ligeramente al ser "descubierto"; debería haber pensado que su mirada estaba causando molestia al otro hombre. ¿Cómo no pudo haberse dado cuenta? Agitó su cabeza, diciéndose que tenía que remediar esa actitud cuanto antes.

Devolvió una sonrisa al chico y dispuso sus palmas de sus manos, negando con éstas y con su cabeza.

- Lo-lo siento. Nada en absoluto. - le clavó su mirada un breve instante y se volvió hacia el dependiente que le estaba dando el encargo de su jefe.

-estás seguro?-cuestioné nuevamente, a juzgar por la forma en la que había reuhido de mi mirada parecía mas bien que estaba algo nervioso por haber sido descubierto infragantí, y la forma en la que se disculpó no dejaba lugar a dudas, sin embargo no dije nada más